No quiero hacer una súper descripción del día, solamente contarles a mis lectores (?) la sensación impresionante de adrenalina, de felicidad, de locura que corría por mi cuerpo (junto con mucho sudor, por supuesto). Esperar, gritar, saltar, cantar, golpear, casi-llorar, todo sumó a que sea un recital perfecto. No podría compararlo con el de Peter Gabriel porque son dos cosas absolutamente distintas, pero puedo asegurar que las emociones que sentí este 5 de octubre no las había sentido nunca, al menos no tan intensamente. Y todo esto es dejando de lado lo perfecto de sus voces, su sonido, su coordinación, la energía que nos transmitían.
Inmejorable.
(Gracias Serj, Daron, Shavo y John ♥)
Gracias Ro y Juani.